martes, 31 de agosto de 2010

LAURENT FIGNON

Le professeur ya no dará más lecciones.

Hoy nos ha dejado el gran ciclista francés, otro enfant terrible que consiguió dos Tours consecutivos (1983 y 1984) y perdió otro con Greg Lemond (en la foto, detrás) por sólo 8 segundos gracias a la última contrarreloj en París. También ganó un Giro en 1989.

Un cáncer de páncreas fue el último puerto que tuvo que ascender y que le ha vencido a los 50 años de edad.

jueves, 26 de agosto de 2010

MI GRAN NOCHE

DJ Pirata os ofrece este hit revival perfecto para estas noches veraniegas. Aquí canta Raphael pero el compositor del tema es Salvatore Adamo.

Qué grande!!!

lunes, 23 de agosto de 2010

WILSON KIPKETER


Más de una década (13 años) ha durado el record del keniata-danés en la prueba de 800 metros. Las dos vueltas a la pista es junto a los 400 metros vallas, las pruebas más duras del atletismo en mi opinión. La segunda vuelta de los 800 metros se realiza prácticamente con el ácido láctico por las orejas y sólo la acabas con mucho sufrimiento y una resistencia al dolor supina.

Pues bien, los 1' 41" 11 de Kipketer los ha rebajado David Ruchida de 21 años, otro kenita en 1' 41" 09. Sólo dos centésimas que en 800 metros es bastante. El gran Wilson Kipketer jamás pudo ser campeón olímpico, el tiempo dirá si Ruchida lo será.

martes, 10 de agosto de 2010

YO TE DOY CREMITA, TÚ ME DAS CREMITA

Nuestros intrépidos piratas no temen a los tiburones ni a las fuertes tormentas, tifones ni ciclones. Su peor obstáculo son las puertas: las de entrada no se abren, las de salida desaparecen por arte de magia o por decoración camuflada, y las de emergencia, o más bien, de urgencia se cambian por la de la lavandería...

Dejando el tema de las puertas cerrado, nunca mejor dicho, vamos a continuar con las aventuras del Pirata Perico.

-¿Nos echamos la crema ya? -pregunta Perico en el camarote, antes de bajar a la piscina.
-No, mejor nos la echamos ya abajo -contesta la Mameja mientras mete las toallas en el bolso.

Bajan al hall del Occidental y señalando unos sillones de tela que rebosan lujo y elegancia, el Pirata Perico dice:
-Nos sentamos ahí y nos echamos la crema.
-¡Pero qué dices! -exclama la Mameja- habiendo ciento y pico tumbonas en la piscina...


Un rato después, el Pirata Perico quiere hacer una incursión por la playa cercana pero la Mameja le dice que vaya solo, que ella le espera en la piscina. Perico sale del Occidental abriendo la puerta que comunica con la playa y unos metros atrás le sigue la Mameja como si de una agente secreto se tratase.

Cuando llega a la playa la Mameja observa como el Pirata ha dejado en la orilla sus gafas, su gorra y la tarjeta del camarote. Perico está dentro del agua y mira de reojo a una muchacha que está con las lolas al aire, mira tan de reojo que se le da la vuelta la cabeza como la niña del exorcista.

La Mameja sonríe y piensa que por eso Perico lleva gafas, de forzar tanto la vista. A continuación, se agacha y recoge la tarjeta del camarote, se aleja unos metros y se medio esconde entre los bañistas. El Pirata Perico sale del agua instantes después, se agacha, coge las gafas y se pone la gorra, entonces cae en que no ha cogido la tarjeta, mira donde cree que la dejó, se agacha al no verla y se pone a buscarla dando vueltas como olisquean los perritos cuando van a defecar.

A la Mameja le da penilla y se acerca riendo a carcajadas mientras le da una patadita en el trasero.
- ¡Espabilao! -le dice sin parar de reír.






domingo, 8 de agosto de 2010

BAMBOLEOS: ENTRE OLAS Y CAMELLOS

Comienzan la jornada vacacional temprano porque esperan nuevas aventuras.

El Pirata Perico y la Mameja van a explorar Isla Graciosa y se embarcan en un ferry express, en el barquito comen pincho tortilla, muy hermoso, y una paellita canaria rica, rica. Desembarcan por medio de unas barquitas venciendo las acometidas del bravo oleaje, la Mameja se viene arriba con estos desafíos y se lo pasa super.


Visitan una cueva donde el guía les dice que tengan cuidado con las cabezas y se agachen un poquito:

- Ya es tarde -dice Perico mientras se toca la cabeza.



Poco después, encabezan una expedición entre montes volcánicos, la Mameja toma las riendas y agarra el ramal con decisión. A pesar de ello, no consigue evitar el natural bamboleo del caminar del camello que los hace subir y bajar como dos nenes en un columpio.

-Entre el bus que nos lleva, el 69, y este bamboleo, tengo unos calores...! -exclama la Mameja entre las risas y el jolgorio del gentío.



Finalizan las jornadas aventureras regresando a su camarote a descansar que mañana hay más.

jueves, 5 de agosto de 2010

AVENTURAS Y TRIBULACIONES DE UN PIRATA COJONUDO

Hace 36 años que el Pirata Perico no zarpaba hacia otras tierras.
Por eso, camino del aeropuerto, se encuentra nervioso e ilusionado como un nene con zapatos nuevos. A su lado, la Mameja se remueve inquieta en el asiento. Los dos echan la vista atrás y se dan cuenta que ha pasado mucho tiempo ya, y aunque el miedo a lo desconocido les hace pensar: dónde nos hemos metido!, saben que merecen darse un capricho, por fin.

Es también una cuenta pendiente. No tienen fotos de aquel viaje de amor, sólo el fruto de aquellos besos en Mallorca, el que aquí escribe. Así que en éstas, llegamos al puerto de partida y el pirata Perico no se quita la gorra en el control de seguridad y a petición del guarda, se la quita a modo de reverencia o como pidiendo unas monedas después de una actuación callejera.
Vaya crack!

La ternura que desprenden los dos piratas rumbo a lo desconocido es bestial, y cuando la escalera mecánica me arrastra como un salmón a contracorriente mientras sus brazos se agitan despidiéndose, una lágrima de felicidad asoma al balcón de mis pestañas, jeje.


Desde este humilde rincón cibernético, vamos a narrar las visicitudes y chascarrillos del Pirata Perico y su tripulación.

Y pronto empezamos:
Llegan a puerto de destino y el comité de recepción les da la bienvenida y les proporciona la información esencial para su estancia. El Pirata Perico agarra la llave de su camarote y se larga tan feliz, mientras la Mameja se queda con todo el equipaje atónita y perpleja.
- Ehhhh, niño!!!!! -le espeta llamando su atención.

Poco después, durante el almuerzo, dan buena cuenta de las viandas y víveres que se encuentran. A la hora del postre, se levantan en su busca dejando desguarnecida la mesa. Cuando regresan con los dulces y postres correspondientes (confiteroles y demás) se encuentran la mesa ocupada. Miran a su alrededor y no hay mesa libre, así que como boya en la inmensidad del océano terminan la comida de pie en medio del comedor.

Palabra de pirata: en situaciones de combate y banquete, si avanzas al frente debes defender la retaguardia.