Quien siga esta bitácora recordará que prometí realizar esta entrada dedicada a los mundiales de atletismo de Berlín. Visto la cantidad de temas que tengo que comentar serán dos los artículos escritos.
Han sido unos grandes mundiales de atletismo. La organización casi perfecta (pena del maratón que no finalizaba en el estadio), la afluencia del público masiva durante todas las jornadas (tomemos nota para el europeo del año que viene en Barcelona) y un alto nivel en cuanto a plusmarcas.
El pirata jamaicano ha sido el más veloz y el más grande, fotocopiando su actuación en los JJOO del año pasado. Tyson Gay no es rival, pese a sus impresionantes 9"71, el reggae men le tiene comida la moral desde el calentamiento con su perpetuo show que no le resta ni un ápice para su rendimiento en las pistas. El límite del crucero jamaicano es él mismo, si no le marean sus ganas de fiesta perpetua y sigue trabajando igual, hay Bolt para rato. Recordemos que fue recordman junior con marcas de golden league cuando era todo un juego para él, y hace sólo 3 ó 4 años que se toma en serio el deporte del tartán.
Aún así, en cuanto a los veleros más veloces,
mi pirata preferido es y seguirá siendo King Carl Lewis,
el hijo del viento.
El más feroz corsario sigue siendo Kenenisa Bekele, con el cuchillo entre los dientes ha vuelto a hacer doblete: 5.000 y 10.000 m, frente a los lobos keniatas (que mal me suena lo de kenianos que dicen los de la tele...), a los mercenarios qataríes y yanquis, y los peligrosos eritreos.
Sus velas no son tan livianas ni veloces como antaño, pero a cara de perro se llevó las doradas preseas, siendo la del 5.000 m donde más sufrió.
Pero para mí, el lobo de mar más elegante y señorial es el keniata Paul Tergat.
Aviso a navegantes: manifestaros estimados lectores!! Este curtido pirata en ocasiones cree que navega en un barco fantasma como el Perla Negra de las aventuras de Jack Sparrow. Si hubiera o hubiese polizones a bordo me encantaría que participaran.
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